Para eliminar las líneas de expresión y cerca de los ojos, los llamados patas de gallo, en nuestro país solo había un tratamiento, el bótox. Sin embargo, ahora ha llegado Thermirase, con efectos similares, pero cuatro veces más duraderos: mediante una cánula se realizan disparos subcutáneos de calor a 80 ºC en los nervios que causan las arrugas, para ‘desactivarlos’ durante año y medio aproximadamente. La diferencia es que mientras el bótox ‘adormece’ los músculos, Thermirase ‘duerme’ los nervios que los mueven. Y si el bótox hay que renovarlo cada cinco o seis meses, con esta nueva técnica el plazo aumenta a 18. El tratamiento lleva más de año y medio en EE.UU.

El tratamiento se realiza en tres pasos: estimulación, inyección y colocación. El primero consiste en estimular los nervios por debajo de la piel con un neuroestimulador para localizar los nervios de manera precisa. Luego con una aguja fina se inyecta anestesia solo de cobertura local (lidocaína en un estado del 4 %) en las zonas que se haya previsto para tratar. Por último, se introduce la micro cánula que lleva a cabo el proceso de adormecimiento del nervio mediante disparos que son controlados con una micro cámara de precisión.

Por lo tanto, se puede comprobar que no se trata de un proceso invasivo. Los especialistas están recomendándolo porque se trata de un método sencillo que no termina provocando efectos negativos a largo plazo.

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